martes, 19 de abril de 2016

Por tu próxima partida

Te fuiste con el inicio del otoño.
¡Que suerte tenerte! Me repetí durante meses al verte.
Pero que inhumana para los buenos es la suerte.
Contigo ayer y hoy soledad.

¡Hasta pronto! dije. Esperé que mi voz sonara alta y segura.
Noche de luna y silencio fuera.
Cuantos besos dormidos en su sombra.
Cuantos sueños en nuestras almas.

Te fuiste con el inicio del otoño y dejaste el invierno en mi interior.
¡Llévale mi primavera! Supliqué.
Llévale mi alegría.
Llévate lo mejor de mi.

Todo presente en mi memoria queda.
Tu piel mojada. Mis ojos llenos.
Te busco, cual antes te buscaba.
Me parece oírte en esta noche tan oscura.
¡Noche, llévale mi voz! ¡Llévale mi seguridad!
No las echaré de menos.

Aire, llévale mi amor.

martes, 25 de agosto de 2015

Eh... te quiero.

Te quiero de verdad. Porque se que lo que nos ha pasado al conocernos es algo que pasa una vez en la vida. No creo que nunca mas vea una persona y sepa que es la persona adecuada para mi con tanta seguridad. Y sepa que pase lo que pase, que pase el tiempo, que pasen los kilómetros y que pasen las tormentas, seguirá a mi lado. De una forma u otra.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Sin pensar en lo que querré

Te sostendré en tus días grises y entre tus miedos, te lo prometo. Haré que todo lo que he hecho hasta ahora parezca nada comparado con lo que haré, te lo prometo. Aun estando enfadada no podré no quererte, te lo prometo. Seré la que te salve hasta de ti mismo, te lo prometo.
Y ser la que te ve único, aun cuando pierdas toda confianza.
Haré que entre sonrisa y sonrisa se te olvide cada complejo. Nunca te mentiré mirándote a los ojos. Ni que mis nubes te afectaran. Te prometo que te querré olvidando lo que quise y sin pensar en lo que querré.

La falta de palabras que a veces mata el silencio.

No dejes de hablarme, ¿vale?
De sentarte conmigo en un banco para contarme tu día, de escribirme  todo lo que piensas cuando no puedas hablarme y por ultimo de demostrarme cuando las palabras no lleguen.

Cosas que van mas allá

Y entonces, de madrugada, me di cuenta que habíamos hecho el amor mil veces sin darnos cuenta. No era un acto físico, era algo que iba mas allá.
Si hacer el amor trataba de no entender exactamente donde empieza uno y acaba el otro, ellos con sus miradas ya lo habían logrado.
Si trata de sentir que perteneces a la otra persona, nuestras manos ya lo habían conseguido.
Si, en cambio trataba de penetrar, nuestros ojos no paraban de hacerlo.
Y así de madrugada entendí, que el sexo no es quitarse la ropa sino desnudar el alma.

Y no, no habíamos dejado de hacer el amor desde que me había susurrado por primera vez un te quiero al oído.

El infinito dentro una persona

"Tu eres mi vida. Hay tanto en mi de ti, que no quererte significa no quererme a mi mismo."

Barquitos de papel

Abrí la caja y juntos a fotos encontré barquitos de papel.
Me acordé de esa noche. Me enseño una foto de un monstruo marino rodeando un barco.
Sonreí cuando le dije: "¿Qué quieres decirme? ¿Tu eres el monstruo y yo soy el barquito? ¿Vas a destruirme?".
El me miró serio. Me rozó una mano: "¿Por qué crees que quiere destruirlo? Quizás lo único que intenta con su cuerpo es defenderlo."
Desde entonces, me hizo miles de barquitos de papel. Sin palabras, sabia que era su manera de recordarme que ahí estaba él, listo para protegerme de todo.

lunes, 10 de febrero de 2014

Jugaros todas las cartas, el destino no acepta ases de otras jugadas

Nunca es tarde si estas listo a comerte el orgullo. 
Creo que esta ha sido una frase clave en mi vida. Hace mucho, quizás demasiado, tiempo fue pronunciada por una amiga por otros motivos y otras historias. Pero desde ese día, algo cambió en mi manera de percibir mi vida.
El tema de este capitulo es este: el orgullo. Os puedo asegurar, sin duda alguna, que soy la cosa mas orgullosa de este planeta. Me cuesta pedir perdón y admitir mis errores, pero si hay algo que he aprendido es que a veces para descubrir la verdad sobre nosotros mismos, tenemos que estar listos para sacrificarlo.
Esta historia habla de dos chicos y un pequeño cariño demasiado inmaduro para resistir a las palabras llenas de envidia  de un "amigo".
No importa quien el fuera, ni lo que dijo. No fue del todo culpa suya. Si hubieran sido destinados a durar en aquel momento, hubieran sido mas fuertes de aquellas palabras, pero no fue así.
Quizás no era tiempo, quizás era demasiado pronto.
Cada uno tomó su camino, cada uno tubo sus amores y sus propias historias.
Se cruzaron muchas veces después de aquel momento, el cariño se había quedado pero el rencor había desaparecido. Pero el tiempo que habían vivido los habia hecho cambiar y crecer. 
Dos años habían pasado y de repente por un articulo que el tenia que escribir, volvió al colegio donde ella todavía iba. 
El articulo se volvió pronto una excusa para poder verla en el tiempo de un recreo.
Algo se movió y de repente los recuerdos de aquella historia aparecieron en la mente de ella. 
Como los de aquella noche. Quince años ella, tumbada en la cama hablando con el por alguna red social. Insegura, no se creía que el la quisiera de verdad. 
El no le quitó ninguna duda, ignoró sus palabras y la saludo palabras pocos adecuadas "me voy a tirar la basura".
La chica se enfadó por el poco interés. Por aquel entonces, veía el mundo como algo que le pertenecía. Estaba segura de su cuerpo, de su inteligencia y de su encanto. Sabia como usarlos para lograr lo que quisiera, sobretodo, de los hombres.
Volvió a pensar en un segundo a como se conocieron. Iban al mismo colegio, pero ella jamás se había dado cuenta del él.
Y luego, de repente, un día, se cruzaron en el mismo centro comercial. El, amigo de amigos suyos, se había acercado a hablarle, o quizás había sido ella, no recuerdo bien. 
Su primera conversación fue una pelea. El defendía que "Mas Allá de la Vida" fuera una mierda, ella tenia una opinión diferente. 
No hablaron mucho pero eso fue el trampolín. Desde ese momento en adelante, él se hacia encontrar donde ella estuviera, intentando instaurar cualquier tipo de conversación. 
Y hablando día tras día, semana tras semana...habían llegado al momento el que él ya le había confesado sus sentimiento pero todavía no la había besado.
El "amigo" le creaba dudas "Si no te besa es porque no esta seguro si le gustas...olvídate de el".
Y como suelen pasar  en las grandes historias, en el momento adecuado, entre pensamiento y pensamiento, un ruido la volvió a traer a la realidad.
Su móvil estaba sonando. Lo cogió y se quedó de piedra cuando escuchó su voz decirle "Si sigues sin creerte que me gustas de verdad, sal a tu balcón".
Ella obedeció. Y el estaba allí debajo. Le prometió quitarle cualquier duda que tuviera y estuvieron hablando un rato hasta que el le dijo "Estaría toda la noche pero le he dicho a mi madre que bajaba la basura y no he cogido ni la bolsa".

Este era su recuerdo favorito pero tenia muchos mas: su primer beso por ejemplo. 

Os estaréis preguntando que relación tenga esto con el orgullo. Y bien no he terminado la historia. 
Como ya he dicho antes, tras esta historia rota por palabras e inseguridades, tuvieron que pasar  dos años para que ella descubriera que la espina todavía no había sido sacada. 
Y bien ahora hablo del orgullo. La historia se hubiera cerrado aquí si ella no hubiera decidido que esa espina tenia que ser sacada. 
Quedó con él, expió sus culpas y borraron las falsas palabras. 
Se volvieron a ver varias veces después y una de ellas, él la acompaño a casa y la besó.
"Te he echado de menos" fue lo único que ella fue capaz de decir.

Si esa chica era yo. Lo que os quiero contar con esta historia es que si creéis que algo vale todavía la pena, no importa el tiempo que haya pasado, no importa tampoco si habéis cambiado, no importa nada.

Mezclar las cartas, el pasado no debe gobernar al presente.
Crear confusión, quitaros las espinas, no dejéis que se queden debajo de la piel. 
Arriesgaros, mejor perder el orgullo que ocasiones de ser feliz. 
No importa si pensáis que es tarde, porque nunca es tarde.

-¿Seguís juntos entonces?-

-No. Cada uno volvió a su camino. Cada uno siguió con su vida. Pero, ¿Sabes que? Fue una historia bonita mientras duró. Y aunque acabara, te puedo asegurar que la repitiria mil veces mas. Me sirvió para crecer y para darme cuenta que no importa la brevedad sino la intensidad. Y esta es mi ultima lección: jugaros todas las cartas, no importa como acabará. No guardaros ningún as en la manga. Todo pasa por algo y, si algo tiene que volver a pasar, encontrará la manera que pase.-

miércoles, 22 de enero de 2014

No quiero que sea perfecto.

Quiero que por mi sonrisa muera
Quiero que no haya planes para lo que nos espera.
Quiero que tenga mil temas de conversación,
Que no tenga razones para pedirme perdón,
Quiero que mirándome siempre sonría
Quiero que al salir no me meta cuello el primer día.


Quiero que al hablarle me quiera escuchar
Y que no pierda ocasión para poderme besar.
Quiero que no tenga miedo a ningún reto
Pero que nunca pierda la confianza y el respeto.
No me importa que se recuerde los aniversarios cada año
Quiero que no haya rencor en sus palabras para hacerme daño.

Quiero que me diga “guapa” despeinada y sin pintar,
Quiero que me estudie para siempre algo nuevo en mi encontrar,
quiero que no haya entre los dos ningún secreto,
Y que adivine siempre lo que siento,


domingo, 8 de diciembre de 2013

Todo acabó como empezó: con un beso y risas.

Fue una historia fácil mientras duró. Parecían almas gemelas, se complementaban como pocos. Se querían aún sabiendo que eso mismo les hacia ser débiles. Eran contrarios entre ellos y amaban que fuera así. Durante meses fueron indestructibles. Cada discusión era seguida de risas. Pero un día tomaron caminos diferentes sin darse cuenta. Y cuando quisieron darse cuenta, ya habían recorrido demasiado para volver atrás. Empezaron a buscar excusas para justificar el todo, se hicieron daño y complicaron todo lo que antes le resultaba fácil. Y todo acabó. Pero lo hizo de la misma manera en la que empezó: con un beso y risas.