martes, 17 de septiembre de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

Demasiado sensible para este mundo

Su nombre era Marta.
Diecisiete años de amistad nos unían, pero aun así no terminaba nunca de entender cosas de ella.Y digo "entender" y no "descubrir", porque de su existencia ya sabia, pero no llegaba nunca a entender el sentido de todo eso.
Veréis, ella era como un puzzle. Cada pieza tenia que tener cuatro alrededor para tener sentido. Pero aun así no lograbas entender que dibujo componía.
Ella no era de este mundo. No seguía las regla de este planeta.Y no me refiero solo a las sociales, si no también las morales, éticas y psicológicas.
Se tomaba la vida como venia.No creía en nada después de la muerte y decía que el peor pecado del hombre era el miedo.Y como todo pecado, era rutinario.Decía que el ser humano era digno de desprecio y tenia extrañas teorías sobre la falta de miedo en los ojos de los animales.
Tenia problemas con los hombres. No lograba darse por completo a ninguno. Pero tampoco donar una pequeña parte de si.Quizás fuera por naturaleza, quizás fuera por el padre.Pero aun así hubo una excepción. Un amor profundo que no había llegado a nada. Y como muchas veces pasa con los amores que no llegan a ninguna parte, se quedó hay, en el medio de su mente.Cada parte de ella quiso olvidarle, y ya que no pudo, le pidió que saliera de su vida.
Se tomaba la vida como venia y como tal debíamos tomar ella. Era una de esas pocas personas que en vez de encerrarse en si misma, se encerraba fuera.
Era libre. El hecho de no seguir reglas le permitía esto.
Llamaba "casa" a muchos sitio, pero ninguno lo sentía como tal.Tenia una vida problemática, lo sabia pero le gustaba que fuera así.Un pasado complicado gobernaba sus acciones sin que ella se diera cuenta de ello.
El primer abrazo a un chico lo dio con 16 años. Antes de eso, se sentía amenazada si un hombre la tocaba.
Era complicado verla sin un cigarro entre los largos dedos blancos. Este era su único vicio.
No se gustaba, aunque yo siempre la veía guapísima.Tenia ojos que variaban entre el gris y el verde. La piel blanca contrastaba con el pelo oscuro.
Ella no era de este mundo. Sus ojos no veían lo que todos vemos, su cerebro no le hacia tener lo mismos pensamientos y su corazón no quería lo que todos queremos.
Era y es un ser especial, demasiado sensible para este mundo.

Disfraces

"La mujer perfecta es aquella que tiene el corazón mas grande que los pechos y la mente mas abierta que las piernas" escuché decir, en el metro, a una mente brillante disfrazada con un vestido ajustado y corto. No supe si llorar o reír de que las apariencias engañasen.

sábado, 14 de septiembre de 2013

El minuto mas largo.

A veces una hora puede durar un minuto y otras veces un minuto puede durar una hora.
Para ella el minuto mas largo fue cuando mirándolo a la cara tuvo que decidir si el pasado podía ser todavía presente.

Gracias a el, ahora mis ojos ven África.

Venia de muy lejos Edem.
Nos conocimos bailando en un Pub, coordinando  movimientos con palabras.
Me contó que con 18 años había entrado en la aviación del ejercito, pero que su sueño venia desde mucho antes. Me dijo que Ghana no es como todos creen. Es diferente que la mayoría de África sumergida por grandes desiertos. Era verde y llena de ríos. La gente era muy hospital y los niños, cuando veían a un soldado lo seguían hasta la base.
El había sido uno de esos niños que veían los soldado montar sobre aéreos rapidísimos y volar en el cielo azul. Juró a su madre que un día iba a ser uno de ellos.
Poco después de cumplir la mayoría de edad viajó hasta USA para perfeccionar lo que había aprendido en su tierra natal. Entró en el ejercito americano poco después.
Me contó que se iba a quedar otras dos semanas y quedamos el viernes siguiente, pero el martes me avisó que su comandante le había ordenado volver ese día. Nos vimos el día antes que se fuera y nos comimos un helado.
Le preocupaba la situación entre Siria, Rusia y USA. Rezaba solo para que fuera un falso alarme, pero no le tranquilizaba el hecho que su comandante lo hubiera llamado con dos semanas de antelación.
Me habló de los elefantes, de los leones y de los conejos. Tenia una teoría "Con todo este desarrollo y riqueza os estáis olvidando que todo acaba antes o después".
Me pidió el permiso de llamarme Della ya que en su lengua natal significaba "creyente" y para el tenia un sentido profundo ya que gracias a creer en si y en algo que rige el universo había logrado llegar donde quería.
No hubo besos, ni caricias, ni historia de amor. Pero gracias a el, ahora mis ojos ven África.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Nada es lo que parece.

Si hay algo que he aprendido últimamente es que nada es lo que parece.
Esa cara que parecía no tener imperfecciones, esconde un corazón negro.
Esas promesas que parecían que iban a durar en eterno, con el tiempo pierden valor hasta que un "hasta que muerte nos separe" se trasforma en "hasta que una puta no se ponga en el medio".
Esas miradas felices esconden lagrimas que se ahogan dentro.

Ese algo mejor.

-Necesitamos conocernos antes de todo...o almeno volver a hacerlo.
-Tienes razón. Y estoy interesado en conocerte mas. Tu puedes ser ese algo mejor. Quiero descubrirlo.

Tengo ganas de verte.

-Tengo ganas de verte, quizás porque tengo ganas que me vuelvas loca, y con esto quiero decir, literalmente loca, que me entren ganas de llevarme las manos a la cabeza. O quizás porque quiero que sigas tocándome la rodilla cuando haya gente delante y no quieres que nadie te vea cariñoso. O quizás, porque quiero que me des mil razones para llamarte capullo y picarme, solo para que luego me digas que estoy preciosa picada o te portes como un corderito si me vez enfadada.

El fuego apagado.

-Estas jugando con el fuego...¿Y sabes que pasa si juegas con el fuego?
-Que se acaba apagando.

Ya me contesté a esa pregunta.

-Quieres que te conozca? Esa es la única pregunta que deberías hacerte.
-Esa es una pregunta que me conteste cuando te besé por primera vez.

Personas directas.

Amo las personas directas. Aquellas que no tiene miedo de decir "no". Aquellas que no tienen miedo de decir "te echo de menos".