viernes, 21 de noviembre de 2014

Cosas que van mas allá

Y entonces, de madrugada, me di cuenta que habíamos hecho el amor mil veces sin darnos cuenta. No era un acto físico, era algo que iba mas allá.
Si hacer el amor trataba de no entender exactamente donde empieza uno y acaba el otro, ellos con sus miradas ya lo habían logrado.
Si trata de sentir que perteneces a la otra persona, nuestras manos ya lo habían conseguido.
Si, en cambio trataba de penetrar, nuestros ojos no paraban de hacerlo.
Y así de madrugada entendí, que el sexo no es quitarse la ropa sino desnudar el alma.

Y no, no habíamos dejado de hacer el amor desde que me había susurrado por primera vez un te quiero al oído.

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